Llega el nuevo año y con él la sucesión felicitaciones, buenos deseos y apelaciones a la esperanza colectiva. No quiero quedarme en el mensaje vacío. 2012 ha sido un año duro y todo apunta a que 2013 será todavía peor.

No podemos quedarnos de brazos cruzados esperando soluciones mágicas. No podemos confiarlo todo a un mero #Saldremos. Necesitamos trabajo, sí, pero también ideas claras y voluntad para cambiar de modelo y poner, desde la política, las bridas al caballo desbocado en el que se ha convertido la economía.

Lo resumía ayer muy bien José Luis Zubizarreta. Es el momento de la gran política, de establecer nuevas reglas que nos permitan superar las políticas ultraliberales y de derechas que han sido precisamente las que nos han llevado hasta este agujero.

Y quiero que mi mensaje principal sea para recordar a quienes están padeciendo más duramente los rigores de esta crisis sin fin: a quienes han perdido su empleo o corren el riesgo de perderlo, a tantos jóvenes que no encuentran un trabajo pese a estar excepcionalmente preparados, a las familias con personas dependientes, a los mayores que han visto reducida su pensión y a quienes temen por su futuro.

Mi compromiso y el de todos los Socialistas Vascos será el de seguir trabajando por un mundo más próspero, más solidario y más sostenible.

Con este compromiso firme, concluyo, como cada año, con una aportación musical, creo que apropiada, frente al manoseado repertorio de estas fechas.