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Aquí también en Euskadi. Donde a veces parece que sólo sabemos hablar del monotema.

Demasiado tiempo perdido con consultas y Nuevos Estatus. Demasiado tiempo peleando por ver quién pone la bandera más grande. Y mientras, allí afuera, el mundo cambiando a pasos agigantados. Y mientras, allí afuera, la derecha desmontando el modelo social que creíamos intocable.

Mientras aquí seguíamos dando vueltas a la eterna cuestión de lo que es y no es ser vasco, la derecha neoliberal nos ha arrebatado la propia condición de europeos.

Y ahora nos encontramos con otra Europa. Lo que durante años fue un sueño hecho realidad, se está convirtiendo ahora en nuestra pesadilla.

Y de eso trata esta campaña. De concienciar a la ciudadanía de lo mucho que tenemos en juego el 25 de mayo.

Tenemos por delante 15 días:

  • Para devolver a Europa, la esencia que nunca tuvo que perder.
  • Para no abandonar a nadie.
  • Para defender, con uñas y dientes, los servicios públicos que nos quieren arrebatar.
  • Para poner fin a la locura de los recortes. Y decir que lo único que recortaremos será la insoportable cifra de parados.
  • Para reactivar a nuestras empresas y trabajadores, porque sin ellos es Europa la que se queda parada.
  • Para decir que pondremos el cerco a los especuladores que se están llenando los bolsillos con nuestra pobreza.
  • Que no permitiremos que los defraudadores crucen los países con su dinero escondido en maletines y que las únicas fronteras sean las que matan a los hombres y mujeres que huyen de la miseria.
  • Para decir a las mujeres que serán libres para decidir sobre su cuerpo. Y que no habrá Iglesia, ni ministro que les diga cuando les toca ser madres.
  • 15 días para defender que no hay una Europa del Norte y del Sur. Que no hay una Europa de deudores y acreedores. Una Europa de ricos y pobres. Que somos una única Unión Europea y que vamos a reforzar todos sus mecanismos para hacer de ésta una comunidad de iguales.

Tenemos una receta clara: más Europa pero otra Europa. Reforzar lo que nos une y derribar lo que nos separa.

Aunque suponga perder competencias. Aunque suponga ceder soberanías. ¡Basta ya de complejos provincianos! Esta batalla sólo la vamos a ganar con una Europa más fuerte que se imponga a las peleas nacionales que agotan nuestras energías.

  • Más unión política: con un Parlamento y un Gobierno realmente democráticos, que miren por los intereses de todos los europeos.
  • Más unión económica: para frenar así esta obsesión por la austeridad y empezar, de una vez, a hacer políticas de crecimiento y empleo.
  • Más unión bancaria: que impida que los rescates bancarios sirvan para enriquecer a sus gestores irresponsables, a costa del esfuerzo de los ciudadanos.
  • Más unión social: para defender un marco socio-laboral europeo, un salario mínimo, empleos de calidad y con derechos.
  • Más unión fiscal: para hablar de lo que la derecha no quiere; no sólo del recorte de gastos, sino del aumento de ingresos.
  • Y más unión en la lucha contra el fraude, que nos roba al año un billón (con B) de euros.

Somos los únicos que defendemos esto. Somos los únicos que tenemos respuestas.

Y tenemos 15 días para hacérselo saber a la ciudadanía.

El 25 de mayo cada voto cuenta. Cada voto decide. Cada voto construye Europa. También el voto que se queda en casa, porque será un voto para derecha neoliberal.