El primer problema del sistema democrático es su debilidad para garantizar a la ciudadanía que su voz decida en todos los ámbitos de la vida colectiva: el gran problema de la democracia hoy es su incapacidad para controlar la economía especulativa y para poner el capital al servicio de los intereses generales y del progreso colectivo estrangulando así la verdadera voluntad democrática.
Así comienza el artículo que hoy publico en El País y en el que trato de desgranar los grandes desafíos de la democracia y de los partidos hoy.
Son los políticos como ustedes, que gastando más de lo que se tiene, hipotecan el país, dejándolo a merced de los acreedores, los que hacen inútil la democracia, porque da igual lo que votemos. Ustedes ya han dejado la hipoteca. Después, naturalmente, se quejan. Es que no lo ven? No me lo creo.