patxi

Esta mañana he participado en el Fórum Europa celebrado en Madrid. Como suele ocurrir en este tipo de actos, el formato de la intervención da pie a tratar una amplia variedad temas (y más aún en el turno de preguntas).

Dejo aquí mi discurso para quien tenga interés en leerlo. Pero lejos de repetir de nuevo todo, sí quiero destacar una de las ideas allí desarrolladas y que creo de especial importancia.

Y es que uno de los problemas más graves que tenemos hoy es que el capital se ha olvidado de la economía. Que el capital financiero y especulativo habita fuera de la economía real y, por tanto, no sirve para financiar la economía que produce el crecimiento.

De todas las transacciones que se hacen el mundo, no llegan al 2% las transacciones que responden a la economía real; el resto es pura especulación.

Y frente a esto yo digo que tenemos que poner al capital a trabajar.

No estoy en contra del capital, lo que digo es que tenemos que hacer que todas las operaciones meramente especulativas resulten gravosas, para conseguir así que el capital cumpla su función de financiar la economía real.

Tenemos que reducir todos los vericuetos de la especulación y gravar sus operaciones para que el capital vuelva a la economía productiva.

Nos hacen falta fondos de inversión. Fondos para financiar los nuevos proyectos empresariales. Capital para poner en marcha los proyectos de emprendimiento.

Mientras el beneficio esté en la especulación, nadie va a invertir en proyectos productivos.

Y aquí hace falta un cambio radical de la cultura del capital.

Yo he propuesto en Euskadi dejar exentas de impuestos las aportaciones de capital de hasta 60.000 euros para nuevos proyectos empresariales, especialmente en los proyectos de emprendimiento de base tecnológica.

Tenemos que fomentar, desde los poderes públicos, los fondos de inversión; pero, además, debemos tomar las medidas para que especular salga caro.

Fue ésta una idea que, en cierto modo, desarrollé ayer también en un artículo en el suplemento Negocio de El País. Tenemos que terminar con los fundamentalismos económicos. Estamos en una situación difícil y con recursos muy limitados. Estos años hemos aumentado la deuda española en 40 puntos.

¿Si durante estos cinco años hubiéramos sido capaces de hacer un gran pacto de país, combinando austeridad y esfuerzo colectivo, con inversiones productivas y ayudas a la economía, no estaríamos ahora mucho mejor? Seguro que sí.

Hacen falta acuerdos que, sin ocultar las dificultades que tenemos, expliquen para qué tenemos que hacer esfuerzos, y cómo los vamos a repartir.

Hay cosas que se pueden hacer, pero olvidando fundamentalismos, siendo prácticos y teniendo las cosas claras.

Mi propuesta se resume en pocas frases:

  • Reforma de la Administración, austeridad y mejora de la productividad en los servicios públicos para poder mantener el Estado de Bienestar.
  • Una Europa de verdad unida, con instituciones democráticas que busquen salir de la crisis todos juntos, y no unos contra otros.
  • Y un gran pacto por la modernización de la economía española, con inversiones públicas y acuerdos sociales para mejorar la competitividad.

Alguno puede pensar que todo a la vez no puede ser, que hay que optar entre invertir o austeridad.

A quienes lo dicen yo les pongo la experiencia del Gobierno Socialista de Euskadi. Recibimos una Administración con un incremento de gasto del 10% anual en los cinco años anteriores, y redujimos, en cuatro años, casi un 10%.

Aumentamos las inversiones de I+D y las ayudas a las empresas vascas.

Fuimos capaces de mantener los servicios públicos sin recortes (lo que me provocó duros enfrentamientos con el Gobierno de Rajoy). Y cumplimos con los compromisos de limitación de déficit. Yo siempre critiqué estas limitaciones, pero cumplimos.

Estoy convencido de que no hay un catecismo simple para salir de la crisis. Necesitamos grandes pactos. Grandes pactos en Euskadi, en España y en Europa. Y los Socialistas estamos dispuestos a ello.