Hoy se ha abierto el plazo para presentar las candidaturas a la Secretaria General del PSOE y he querido hacerlo en persona, yendo a Ferraz, la Sede Central de mi Partido, para presentar mi candidatura para dirigir el PSOE.

Es verdad que trata de un formalismo, de un acto sencillo, pero para mí tiene toda la importancia.

Porque, para cualquier Socialista es un honor y una enorme responsabilidad hacerlo. Para un militante socialista ser el Secretario General de su partido es la mayor responsabilidad que pueda tener.

Y he decidido presentarme por la división y la debilidad que sufre hoy el Partido Socialista. Y es en momentos difíciles cuando debemos dar un paso al frente. A mí el Partido me lo ha dado prácticamente todo y hoy no puedo quedarme al margen.

Por eso estoy hoy aquí, porque tengo un compromiso con el PSOE, con su historia, con su proyecto político que ha transformado siempre España, y con miles y miles de socialistas que quieren superar cuanto antes estos meses de dolor y de confrontación interna para devolver al PSOE al lugar que le corresponde: el de la mayoría social progreista que existe en nuestro país.

Por eso, es muy simple, pero también fundamental, lo que pretendo: presento mi candidatura para unir al Partido y renovar el proyecto político socialista.

Lo importante de estas primarias no es sólo a quién elegimos, sino que vamos a hacer al día siguiente. Que vamos a hacer para unir y fortalecer el Partido

Por lo tanto ha llegado el momento de la verdad. El momento en que todas y todos los Socialistas vamos a decidir el futuro de nuestra organización, primero con nuestro aval y luego con nuestro voto.

Y yo voy a pedir a los militantes lo más importante que tienen: su confianza para dirigir esta organización que ha transformado la vida de millones de hombres y mujeres.

Pido confianza y ofrezco toda mi experiencia, mi pasión por este partido, mi compromiso con sus valores y mi firme voluntad de unir de nuevo a los Socialistas en torno a un proyecto colectivo, para devolver a España a la senda del progreso, con la única herramienta que es garantía de conseguirlo: el PSOE.

Hoy se trata de empezar a cerrar una etapa difícil, dura, de división para los socialistas, y sobre todo: se trata de empezar a abrir una nueva etapa de ilusión, de remontada, de reconstrucción y de reconciliación, que sin duda nos devolverá al lugar donde queremos y debemos estar: liderando la mayoría progresista de España para ganar las elecciones a la derecha y formar un gobierno de cambio para volver a transformar la realidad y mejorar la vida, muy especialmente, de quienes más lo necesitan.

Por eso, mi primer y más importante objetivo es la Unidad. Sin unidad da igual a quién elegimos de Secretario General, da igual a quién pongamos de candidato a Presidente. Perderemos todos. Hoy para la gran mayoría de la ciudadanía el PSOE es sobre todo enfrentamiento interno y división. Mientras nos gritemos entre nosotros nadie nos va a escuchar.

Yo me comprometo a ser leal con el o la que gane, pero, sobre todo, cuando gane me comprometo a integrar a los que pierdan. Y me gustaría que los otros dos candidatos adquieran el mismo compromiso.

En estos momentos, la unidad no es una opción, es una obligación de los Socialistas.

Quiero recuperar el orgullo de decir “Yo soy socialista”

Tenemos que construir un proyecto autónomo y propio del PSOE sin complejos ante la derecha, un proyecto que sea alternativa al modelo neoliberal. Un proyecto socialista que no busca el abrazo de radicalismos que no nos conducen a ningún sitio. Ser de izquierdas o de derechas no es lo mismo; no defendemos lo mismo. Tenemos que recuperar el orgullo socialista con un proyecto de izquierdas claro, nítido, sin matices y sin complejos. Un proyecto de Socialismo exigente.

Quiero recuperar el poder de la política

Es decir, recuperar el poder de la ciudadanía frente a los poderes sin control. Quiero que la política (y una política de izquierdas) decida el modelo económico y el modelo social que nos permita construir un país mucho más justo. Y no, que como pasa ahora, sean una serie de poderes económicos ocultos quienes decidan nuestro presente y nuestro futuro.

Quiero defender el valor de la concordia

Por mi experiencia sé que para acordar e integrar a todos en un mismo proyecto hace falta mucho más valor que para sembrar el enfrentamiento. Es la hora de los valientes y generosos. Es la hora de poner el PSOE por encima de cualquier intereses personal. Por eso:

Quiero debatir ideas y propuestas

Las primarias tienen que servir para eso: para contrastar ideas, propuestas políticas, modelos de partido. Usarlas, simplemente, para enfrentar a unos militantes con otros es suicida. Dejemos los enfrentamientos personales que no nos llevan a ningún sitio y hagamos propuestas para el partido. Hagamos debates sobre temas concretos como: modelo económico, servicios públicos, modelo de Partido… es la forma en la que los militantes tendrán más información a la hora de decidir.

Yo, desde el primer día me decidí por hacer una campaña humilde, una campaña que defiende el valor de los militantes. Defiendo su derecho a hablar, a opinar y a implicarse en el futuro de este Partido. Por eso voy de Agrupación en Agrupación para hablar con ellos, Yo no hago grande mítines en el que los militantes sólo pueden aplaudir; yo prefiero conversar, oír lo que quieren decir. He acudido a más de 60 actos de este tipo. Reuniones en agrupaciones o locales públicos. Y voy a seguir haciendo en lo que queda de campaña. He viajado unos 30.000 kilómetros recorriendo agrupaciones de toda España.

Defiendo que los candidatos debemos estar dispuestos a contestar a todas las preguntas que nos quieran hacer los medios de comunicación. No debemos hacer una campaña blindada y reducida a los mítines. No tenemos que tener miedo a ser preguntados. Yo no lo tengo, he acudido a programas de televisión, de radio, de prensa escrita o digitales. He respondido a medios grandes y a los medios locales muy pequeños. En total más de 70 veces los periodistas de todo tipo me han podido preguntar. Hoy de nuevo al terminar tendrán la ocasión de hacer las preguntas que deseen.

Esta es mi campaña y así vamos a seguir hasta el día 21 de mayo.

Una campaña humilde, sin ruido, que hace propuestas y que escucha las opiniones de los militantes.

No voy a participar en críticas personales.

He estado conversando con miles de militantes y estoy convencido de que la mayoría de los militantes aborrecen del enfrentamiento y quieren ver un partido unido y fuerte con una propuesta política de izquierdas que puedan defender sin complejos.

Estoy convencido que la fuerza de mi candidatura es esa fuerza de la militancia silenciosa que el día 21 de mayo me dará su apoyo con el voto.