Cuenta Kirmen Uribe al comienzo de su exitoso último libro, Bilbao-Nueva York-Bilbao, que el invierno crea anillos en los peces, similares a los de los troncos de los árboles. Se ve que es ésta la época del año en la que menos comen y el hambre deja una marca oscura en sus escamas. Añade el escritor ondarrutarra que lo que para los peces es el invierno, para las personas es la pérdida (el final de una relación, la muerte de un ser querido…). Cada pérdida es un anillo oscuro en nuestro interior.

Esta semana ETA ha dejado una nueva marca oscura en nuestras vidas. Se ha llevado por delante una nueva vida que, paradójicamente, le deja más cerca de su fin.

Pero hoy no quiero repetir declaraciones de condena. Ya está todo dicho. Les toca a otros alzar su voz, mostrar su rechazo a la violencia e iniciar, de una vez por todas, el camino a la democracia.

Hoy prefiero lanzar un mensaje de optimismo. Mientras unos siguen en su camino a ninguna parte, otros trabajamos por el futuro de Euskadi. Mañana salgo hacia Brasil con una importante representación empresarial vasca. Somos más que unos dirigentes institucionales y un centenar de empresas. Somos una representación de Euskadi que va a Brasil a abrir puertas, a buscar oportunidades y participar del crecimiento y desarrollo de este país.

Es éste un post agridulce para una semana agridulce. Quiero terminarlo con una sonrisa. Es eso lo que me sugiere Brasil y una de sus más grandes artistas, Adriana Calcanhotto. Nos vemos a la vuelta.