El Congreso se suma con distintos actos a la conmemoración del IV Centenario de la muerte de Cervantes. La semana dedicada en la Cámara Baja a una de las grandes figuras de nuestra literatura ha arrancado con una exposición y una conferencia del académico Francisco Rico.

Os dejo el texto de mi intervención en la presentación de la conferencia:

Buenas tardes a todas y a todos.

Es un verdadero placer dar comienzo a la semana dedicada a Cervantes que ha organizado el Congreso con un acto en el que inauguramos de manera oficial la exposición de fondos propios sobre esta insigne figura y con esta Conferencia de Francisco Rico con la que pretendemos acercarnos y acercar un poco más a Cervantes a todos nosotros.

Como han podido ver ahí fuera, sin grandes pretensiones, hemos querido exponer al público material de los fondos del propio Congreso, (tanto material bibliográfico, como documental). Y verán que hay cosas muy curiosas y todas de interés.

Y quisiera agradecer a la Dirección de Archivo y Biblioteca su trabajo porque nos ha permitido, (a pesar de que no les hemos dado mucho tiempo para hacerlo), organizar los materiales y esta conferencia. Incluso el propio director ha aportado una edición de su propiedad y las archiveras han sido las responsables de los sellos conmemorativos que se exponen.

Lo mismo que agradezco su esfuerzo a los equipos de protocolo y comunicación que, muchas veces, han tenido que adecuar su tarea a solicitudes de urgencia poco recomendables en estos casos. Gracias, de verdad, a todos y a todas.

Decía esta mañana que, esta semana que el Congreso dedica a Cervantes nace de una cierta envidia que sentimos cuando vemos como otros países tratan a sus creadores más relevantes.

Y es que desgraciadamente, en este IV centenario de la muerte de Cervantes, no ha prendido en España la mecha del entusiasmo en la conmemoración.

En el siglo pasado se celebró el tercer centenario de la primera edición del Quijote. Y con ese motivo, el Congreso participó con un papel relevante en los actos que se organizaron… Todo Madrid fue una fiesta con presencia real, con carrozas que representaban episodios del Quijote, con afluencia masiva de público…

Desgraciadamente, parece que en la actualidad nos afanamos más en buscar sus pobres restos (que me parece importante, en absoluto quiero desdeñarlo) que en celebrarlo la presencia y la influencia de Cervantes entre nosotros.

Aunque no deja de ser verdad que, quien quiera encontrar a Cervantes lo tiene muy fácil: buscar un libro suyo e iniciar una larga conversación con él a través de sus personajes.

Por eso el Congreso ha querido poner su granito de arena; utilizar su simbolismo y proyección, como caja de resonancia para intentar que esta conmemoración tenga mayor recorrido y repercusión de la que está teniendo.

Y es que creo que el Congreso debe participar e implicarse en aquellas cuestiones que nos unen y debe servir para proyectarlas con toda naturalidad. Es decir, abrir las puertas del Congreso para que, además de Leyes, debates e iniciativas políticas (que son su papel fundamental), sirva también para representar otras cuestiones y causas justas que podemos impulsar desde aquí… y eso es lo que hacemos esta semana con Cervantes.

Cervantes tuvo una vida azarosa, más propia de un personaje de sus propias novelas que de escritor… Se sentía especialmente orgulloso por su participación en la batalla de Lepanto de la que dijo ser «la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros». Pero seguramente de todo ello nos hablará nuestro conferenciante de hoy. Gran experto en la figura de Cervantes y divulgador de su vida y obra.

En un país muy dado en el pasado a halagar a nobles, a cargos públicos y a militares de alta alcurnia, cupo a Cervantes el honor de erigírsele la primera estatua a un español sólo por los méritos civiles. Y méritos de escritor además, creo que por sólo este hecho le miraría con sorna a Lope de Vega.

Pero, para nosotros lo fundamental de Cervantes son sus textos. El quijote será para siempre una referencia de la literatura universal. Aunque parezca que hoy decae su interés en las aulas españolas, Cervantes resurgirá una y otra vez, porque sus personajes no corresponden a un tiempo concreto sino que son espejo de la naturaleza humana de todo tiempo.

El personaje quijotesco es una persona que resurge siempre de sus derrotas. Un personaje condenado a no coronar con la victoria su afán, pero a la vez, un personaje que jamás se resigna a la derrota. Es el especial atractivo de la épica del quijote. Dispuesto siempre al combate de la injusticia, suceda donde suceda, contra quien suceda y a pesar de lo que suceda…

Qué bien nos vendrían personajes así en nuestra España actual

De hecho quiero terminar mi breve presentación con un texto, poema, del Quijote que nos vendría al pelo, en los momentos actuales y que dice:

Busco en la muerte la vida,
Salud en la enfermedad,
En la prisión libertad,
En lo cerrado salida.

Pues eso, busquemos salidas cuando parece que todo está cerrado.

Y le cedo ya la palabra al profesor Francisco Rico que impartirá su conferencia sobre el Quijote, sabiendo que no es necesaria presentación alguna del profesor, porque su nombre y su trayectoria profesional, que todos conocemos, son su mejor aval.