Escribo estas líneas tras un fin de semana cargado de actos electorales, que me ha llevado de Barakaldo a Vitoria-Gasteiz y, de ahí, de vuelta a Bilbao. Un fin de semana para el reencuentro con viejos amigos, para escuchar a eternos referentes (como Felipe) y, sobre todo, para hacer confrontación de ideas.

Porque, veréis, nos ha tocado gobernar una época complicada. Pero es en los tiempos duros cuando se ve de forma más clara las prioridades de cada uno y los socialistas lo tenemos muy claro: esfuerzo solidario de todos para garantizar el progreso futuro y mantener el Estado de Bienestar que es la red que nos defiende y garantiza la igualdad de oportunidades de todos.

Con austeridad y esfuerzo. Con los ajustes y recortes que sean imprescindibles, pero mi Gobierno no va a permitir la quiebra de los servicios públicos. Hay partidos que sí. Es más, a la derecha le encantaría. Están esperando que el sistema quiebre para venir a liquidarlo a precios de saldo.

Si alguien saber lo que pasará si gana la derecha puede mirar a Inglaterra, su modelo a seguir: miles de funcionarios expulsados, servicios públicos que desaparecen….

Si alguien quiere saber lo que hace el nacionalismo en tiempos de crisis, puede mirar a CIU en Cataluña: cerrar plantas enteras de hospitales, reducir el horario escolar. Para ellos lo importante no son los servicios públicos. Lo importante es construir con calzador una única identidad para todos.

Aquí, el PNV critica a Zapatero, a la Administración Central, al Gobierno vasco. Tiene que hacer ruido, criticar al adversario para ocultar su propia incapacidad. Estas elecciones son para Juntas Generales y ayuntamientos. Y la pregunta es: ¿qué ha hecho el PNV desde las tres Diputaciones que gobierna para ayudar a salir de la crisis? ¿Qué ha hecho para ayudar a las empresas vascas, familias y a los ayuntamientos?

Nada. No ha hecho nada más que criticar a los demás. Critica al Gobierno central. Pero Zapatero, en el peor momento de la crisis puso en marcha el Plan “E” dando a los ayuntamientos de Euskadi 611 millones de euros, dando trabajo a más de 15.000 personas en Euskadi y permitiendo mantener la actividad a cientos de nuestras empresas. Y mientras las Diputaciones lo único que han hecho ha sido pedir que los ayuntamientos devuelvan dinero.

Para todos han sido momentos malos. El Gobierno vasco ha visto reducidos sus ingresos en la misma proporción que las Diputaciones. Exactamente igual. Pero hemos hecho exactamente lo contrario: ahorrar en gastos generales para ayudar a las familias, empresas y ayuntamientos.

Pusimos 63 millones extraordinarios para contratar, a través de ayuntamientos y entidades a más de 5.000 personas durante el 2009 y 2010. Este año hemos puesto otros 42 que darán trabajo a 4.000 personas. Hemos dado ayudas extraordinarias a nuestras empresas, poniendo capital, avalando créditos, y poniendo en marcha planes Renove para resistir y relanzar la economía vasca. Hemos gastado 390 millones en solidaridad colectiva en Euskadi durante el año 2010.

La Diputación quiere tapar el vacío de su gestión con polémicas inútiles y derroches innecesarios, como la del nuevo Guggenheim, gastando dinero en estudios innecesarios.

El PNV nos insulta también con el tema del euskera. Pero si vamos a los datos, vemos que entre el 2009 y 2010 la Diputación Foral redujo las ayudas al euskera en un 20% y el Gobierno Vasco en un 4,28%.

Hay diferentes modelos en juego el próximo domingo. Cada persona que no vote el domingo será un voto para la derecha. Y los socialistas somos la respuesta que el futuro de Euskadi necesita.

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